Yo me llamo Betsabé Carbajal y soy de Tlapa de Comonfort. En la cuestión emocional estoy muy agradecida con las pláticas y actividades que se han realizado en Casa Origen, ya que me han ayudado mucho con cuestiones que traía en mi vida personal y que no me dejaban crecer. Aquí me han ayudado a destrabarlas y a encontrar solución. Eso me ha beneficiado mucho como persona y a mi alrededor; mis relaciones con los demás son más positivas y productivas. También he aprendido cómo administrar mi dinero y cómo emprender mis proyectos. Cosas que yo pensaba que no podía, ahora he comprobado que sí puedo. En el taller de costura he aprendido mucho y estoy adquiriendo más experiencia y compromiso para hacer mejor las cosas y crecer en ésta área para que, en un futuro, tenga bases firmes para emprender mi negocio.

“Yo me llamo Juliana Rodríguez González, soy de la comunidad de San Antonio Juárez del Municipio de Tzicatlacoyan. Me enteré de Fundación Origen porque vinieron a apoyar a un grupo de artesanas que trabajan la palma y escuché sobre el proyecto del jabón y me interesó porque aquí no hay mucho trabajo. Mis papás emigraron a la Ciudad de Puebla pero nos regresamos a vivir aquí porque está peligrosa ya la ciudad. Llevo como 7 meses en Origen y he recibido apoyo moral, psicológico y capacitaciones. El desarrollo humano es para crecer nosotras, para creer en nosotras, para saber que valemos y podemos desarrollar diferentes capacidades para apoyar a la familia sin descuidarla. Yo he sido beneficiada totalmente, porque nosotras como mujeres, como madres, tenemos muchos sueños que se quedan de lado por los hijos y la familia y, a veces, no tenemos la economía para poder salir. Pero Fundación Origen nos muestra que sí se puede y nos ayuda a desarrollarnos como madres, como mujeres y como seres humanos. Lo que más me gusta del proyecto de jabones es que es un proyecto muy noble, limpio, orgánico, que ayuda para la familia también. La materia prima la conseguimos en la Ciudad de México porque aquí no hay mayoristas. El proceso de elaboración del jabón es a base de aceite de olivo, aceite de coco y esencias naturales de plantas. Se lleva el proceso de saponificación que dura aproximadamente 40 días y ya después se desmolda y se cortan las barras y se empacan. Además de la capacitación para hacer el jabón nos han capacitado para organizarnos mejor y para la venta de los productos. Para mí lo más importante es mi familia, por eso me interesó este proyecto para poder trabajar aquí en la comunidad mientras mi hijo está en la escuela. Nosotras estamos muy agradecidas con Promotora Social México y Origen, por ayudarnos a realizar nuestros sueños para salir adelante”. 

“Mi nombre es Juliana López Martínez, y en Origen empecé recibiendo pláticas de desarrollo humano y luego nos hicieron la invitación para el taller de bordado y decidí venir a ver de qué se trataba y aprender. Ya estando  acá nos dieron el taller “saber para la vida” y después nos dieron a bordar las servilletas botaneras. Al principio tenía miedo de no hacerlo bien, de que me regresaran el bordado, la primera que hice estaba muy nerviosa, pero después que me dijeron que la primera sí estaba bien agarre confianza y seguí adelante. El dinero que recibí me ayudó económicamente en mi familia porque hubo una ocasión en que estaba curando a mi hijo de la vista.  Le eché más ganas porque sabía que podía tener mi dinero. Después empezamos con los tejidos y ahorita que practicamos corte y confección, me está gustando porque al menos ya podré hacerme una blusa para mí y mis hijas, y de ver que puedo me voy motivando más. A veces me desanimo porque para comprar el material no tengo, pero con lo que hago y lo que vendo junto para poder comprar mi material y hacer las cosas que me piden en mi taller de corte y confección. Hacer mi bordado es algo muy grande para mí, porque nunca pensé que iba a llegar a hacer un bordado de esa calidad, antes no me fijaba en la calidad que teníamos que entregar en una servilleta y es algo muy bonito saber que podemos hacer algo grande para que las personas vean mi trabajo y sea una servilleta bien hecha. Luego cuando nos dijeron que teníamos que hacer alpargatas dudé, pero ya viendo y practicándolo y viendo que sí les gustaron, fue algo hermoso saber que podíamos hacer otras cosas diferentes y que sí podemos ser algo más en la vida. Me siento contenta y me gustaría invitar a otras personas más que vengan a conocer, que sepan que su trabajo tiene valor, que por mí se animen a entrar y practicar. Que sepan que van a tener un apoyo para su economía y también psicológicamente nos ayudan. Me gustaría que muchas personas vinieran y aprovecharan este taller productivo.”

Mi nombre es Margarita Peláez y soy originaria de Acapulco, Guerrero. Yo conocí a Origen después de una ruptura de matrimonio y de haber renunciado a mi trabajo. Me dediqué a la casa y al cuidado de mis hijos y estaba contenta, pero no feliz. Tener la misma rutina todos los días me hacía sentirme inútil y desesperada. Un día me comentaron que en la escuela de mis hijas había pláticas llamadas “Hogares en armonía” de Fundación Origen y sentí que era lo que yo necesitaba. Empecé a asistir y me empecé a sentir mejor, ya que mi autoestima estaba por los suelos. Un día nos hablaron del proyecto económico de estilismo llamado Belleza por un futuro de L´Oreal y me llené de emoción ya que siempre quise estudiar belleza, sin embargo nunca pude por falta de recursos. Este ha sido un proceso de aprendizaje en donde he tenido el valor de decidir que este es mi momento y he logrado tener apoyo para el cuidado de mis hijos; haciendo valer mi derecho a mis espacios y metas, he logrado pensar más en mi persona. Hoy estoy en una etapa en donde he dejado todo lo que me hacía daño, empiezo a ser ejemplo para mis hijos, tomando decisiones y sabiendo que todo lo que te propones lo puedes lograr y que como mujer, madre, hija y profesionista, valgo mucho. A mis compañeras les digo que no estamos solas, que nuestros hijos nos observan y que somos ejemplo para ellos, para más mujeres y generaciones”.  

“Mi nombre es Susana y soy de la comunidad de La Moderna en Nayarit. Mi mamá siempre estuvo platicándome de Fundación Origen y yo entré desde hace como 3 años y estoy aprendiendo cosas que antes no creía que podría hacer diferente como: cuidarme, cuidar a mis hijos y quererme. En las pláticas he aprendido que hombres y mujeres deben involucrarse en cuidar y educar a los hijos y que todos tenemos que ayudar en las tareas del hogar. También estamos aprendiendo a hacer nuestras artesanías de manera diferente a como nosotras sabíamos. Antes usábamos muchos colores, cinco, seis o hasta siete;  ahora sólo usamos dos colores. Nosotras creíamos que se iba a ver muy mal o no iban a ser muy bonitas las artesanías a como nosotras estábamos acostumbradas, pero al terminarlas vimos que se ven muy lindas y se venden muy bien. Aquí las mujeres hacemos esferas, pulseras, collares, aretes y otras cositas más en nuestras casas, sin descuidar a nuestros hijos. Me gustaría que Origen siga viniendo a la comunidad para darnos las pláticas y enseñarnos más cosas para poder salir adelante y vivir mejor”.